A punto de terminar el primer mes tras la vuelta al cole, toca ponerse a hacer deberes, y es muy oportuno enseñar a los niños, desde el principio, a seguir una rutina, un horario y a tener su propio espacio de estudio. Además, es una forma de hacerles sentir mayores, responsables e importantes.
Tres son los elementos que no deben faltar: un tablero, una cajonera y una estantería/librería. Todo a su medida, por supuesto, para que puedan llegar a alcanzar casi todo.
Desde este punto de partida, no debemos olvidar su edad y el área de deberes tendrá que complementarse con un espacio de juegos y, sobre todo, deberá tener una imagen bien divertida:
- Tableros para pinchar láminas didácticas, fotografías de la familia, sus propios dibujos o pósters.
- Almacenamiento de juguetes.
- Mucho color.
- Pizarras.
- Suelos cálidos o alfombras.
- Luz, a ser posible natural y procedente del lado contrario al que se escribe.
- Guirnaldas divertidas...
Fijaos en estas imágenes y veréis como no hace falta tener una habitación aparte, en poco espacio y dentro del mismo dormitorio es posible dotar de un rincón para que empiecen a hacer sus tareas escolares alternándolas con los juegos.
Créditos: The boo and the boy, Home my design, hgtv. SFgate, Design&DIY Magazine.
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