Un baño interior con luz natural

En este apartamento han aprovechado los techos altos para dotar de luz natural los baños interiores.

A menudo, la falta de espacio o el aprovechamiento máximo de la luz procedente de patios y fachadas hace que dispongamos los baños en el interior de las viviendas, dejándolos sin luz ni ventilación naturales. Sin embargo, pocas cosas hay tan higiénicamente sanas como un baño exterior, aunque sea a través de segundas luces.

El truco está claro: la tabiquería se queda a media altura, por encima del dintel de las puertas, y se termina con un paño acristalado. Hubiese estado infinitamente mejor si alguno de los paneles fuese practicable y se pudiese entreabrir, porque así se evitarían humedades por condensaciones de vapor de agua, pero a cambio, intuimos que deben tener una buena ventilación forzada, aunque, si se puede, no está mal mezclar ambas.

Este cuerpo de baños, debido -una vez más- al tamaño de la vivienda, tiene sus accesos desde el salón, lo cual causa muy mal efecto e, incluso, con frecuencia, está prohibido por algunas normativas en materia de habitabilidad. En este caso, ya que no han podido evitar esta vinculación directa entre salón y baños, han disimulado las puertas camuflándolas en la tabiquería con el mismo acabado de pintura, mejorando, al menos, el aspecto estético. De esta manera, el núcleo de baños toma la apariencia de una caja escultórica dentro de la vivienda.

Hay numerosos recursos para ocultar instalaciones y estancias privadas, como baños o trasteros, en una vivienda. Confía en un profesional y déjate aconsejar.

Créditos: clic, clic.

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