Ya os decíamos hace unos días que Pepa y David andaban de reformas. En la consulta que nos solicitaron os contábamos todos los antecedentes y a continuación veréis cómo fue todo.
Las obras consistieron en una reforma total de baño y cocina, y de paso se pintó toda la casa, se renovó el aire acondicionado... en fin, esas cosas que siempre hacen falta y se aprovecha la ocasión de estar metido en faena.
En cuanto al BAÑO, eligieron la opción 2. Fueron unos valientes y se animaron a hacer la reforma completa, decisión que finalmente fue la idónea pues durante la obra encontramos instalaciones obsoletas y nidos de insectos tras los azulejos, cosas que en un sencillo lavado de cara no podemos llegar a advertir.
Todo empezó por querer sustituir la bañera por una ducha con una mampara bien práctica y sencilla, cuyo mantenimiento fuese fácil; la bañera tenía fugas de agua, presencia de óxido y la mampara tenía demasiada perfilería con muchos recovecos difíciles de limpiar. Al final nos dimos cuenta de que era mejor renovarlo todo.
Apostamos por una estética nórdica, en tonos claros -pues el baño no tiene luz natural-, combinando blanco y madera, y por un mobiliario con gran almacenamiento.
El mueble es el modelo Godmorgon, en madera de roble con tinte blanco, con lavabo Bråviken y espejo Stave, todo de ikea. El inodoro es el modelo The Gap de Roca y la grifería es de Tres. Los revestimientos son de Rocersa y Pamesa.
Y así era el baño, con un claro estilo de los años 90:
Con la COCINA el problema era otro, estaba desaprovechada y la entrada era demasiado estrecha, esto último debido a unas reformas poco afortunadas que ya os contamos. Se optó por la propuesta 1 y redimensionando el armario anexo del recibidor, se consiguió más longitud, se colocaron dos bancadas paralelas y se ganó en equipamiento.
Se decidió no utilizar azulejos, tan sólo el mismo material de la bancada se colocó en el frente. Sólo se pusieron armarios altos en uno de los lados, el que alberga la caldera y que casualmente es el menos visto al entrar, con lo que se logra mucha ligereza y despeje visual. La estética se basó en la dualidad blanco-gris, muy serena, que permite la combinación de electrodomésticos tanto en acero como en blanco.
Bancada de Compac color ceniza, mobiliario de cocina Cristalac de Lamiplast, pavimento de Pamesa, iluminación de Lúzete y electrodomésticos de Milar Soler.
Así es como estaba antes, con muchos muebles auxiliares para suplir la falta de almacenaje:
Estamos muy satisfechas de cómo ha quedado esta obra que duró algo más de un mes y cuyo contratista principal fue Aecuor Arquitecnia, S.L., que cuenta con un arquitecto técnico al frente -Ramón Ballester-, lo que infunde mucha confianza y da una total garantía.
Durante la obra tramitamos las licencias oportunas en el Ayuntamiento, acompañamos a los clientes a elegir materiales y a visitar los diferentes proveedores, se replantearon todos los despieces de azulejos y pavimentos para lograr una composición armoniosa, se cuidó de afectar lo menos posible al resto de la casa y a los vecinos... y, por supuesto, siempre contamos con la colaboración de los propietarios, Pepa y David, que hicieron muy fácil la obra.
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