Pepa y David son de esos clientes contentos que repiten. La semana pasada nos recibieron en su casa porque necesitan reformar baño y cocina, y aquí les proponemos las opciones posibles, de acuerdo con sus pretensiones, para cada estancia.
El BAÑO cuenta actualmente con una bañera y un pequeño patio de instalaciones que se cegó en el pasado. Las premisas de partida son las siguientes:
- Aparte del mueble-bajo-lavabo, disponen de un armario de suelo a techo al que no quieren renunciar porque está nuevo y les hace mucho papel en el necesario almacenamiento.
- Otra condición sine qua non es recuperar la ventilación interior.
- Es posible que eliminen el bidé.
- La bañera es preciso sustituirla por su estado de deterioro y esta vez se pondrá una ducha.
A partir de aquí, se plantean dos opciones:
- Una intervención mínima que se reduce a la sustitución de la bañera y a la apertura de la ventilación, re-alicatando el ámbito de la ducha con unos azulejos que combinen con los existentes.
- Una reforma total, renovando el alicatado, los sanitarios y los accesorios. Para esta opción les proponemos cambiar la ubicación de lavabo e inodoro, puesto que es más decoroso no entrar de frente al inodoro y el espejo en esa nueva posición amplía el espacio.
En la COCINA hay un problema claro de falta de espacio y equipamiento. Hace un tiempo, en una reforma algo desafortunada, cogieron espacio de la cocina para obtener un armario en el recibidor, pero lo hicieron más profundo de lo normal y actualmente se encuentra desaprovechado, además, este cambio incidió en el estrechamiento de la entrada a la cocina, por debajo de la medida estándar, creando problemas de acceso e imposibilitando, entre otras cosas, la sustitución de ciertos electrodomésticos. Por lo que el punto de partida es fundamentalmente dotar a este armario de la profundidad estándar para poder redistribuir el mobiliario de cocina. Otro condicionante es el tamaño de la ventana exterior, que va de suelo a techo.
Se proponen 3 opciones:
Opción 1: Doble bancada en paralelo sin tocar el tabique de separación con el salón, con lo cual no se condiciona el mobiliario de éste.
Opción 2: Desplazando la entrada, se consigue mayor bancada y almacenamiento mediante su disposición en L.
Opción 3: Parecida a la anterior pero abriendo la cocina al salón y consiguiendo un pequeño banco alto de desayunos.
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